En Morelos, Margarita González no solo tiene el gran reto de vencer la popularidad de Lucy Meza, sino también el repudio generalizado hacia Cuauhtémoc Blanco.

Los mayores desafíos políticos de Morelos son en materia de inseguridad y economía.

Desde el comienzo de la administración de Morena, encabezada por el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, el estado ha estado sumergido en una profunda crisis económica y de violencia. Los escándalos de corrupción, la infiltración del narco en el actual gobierno y el derroche de presupuesto en publicidad son solo la pequeña punta del gran iceberg que arrastra la candidata de Morena, Margarita González Saravia.

Los especialistas ya están anticipando una fuerte derrota para el morenismo en ese estado de la república. Ni siquiera la supuesta popularidad del presidente López Obrador podrá representar un contrapeso ante el marcado repudio social que existe contra ese partido por culpa de la mala administración de Blanco Bravo y sus secuaces, quienes siguen metiendo las manos en la campaña de Margarita González para continuar saqueando las arcas del gobierno y sobre todo para evadir la ley y no ser enjuiciados.

La extitular de la Lotería Nacional no puede liberarse de todos los males que generó el gobernador Cuauhtémoc Blanco desde el momento que fue “coronada” como candidata de Morena.

Un gobierno destruido, altos índices de violencia, una tasa elevada de desempleo, una economía colapsada y una sociedad bastante enojada son el caldo de cultivo perfecto para el inminente triunfo de su rival, Lucy Meza.

Durante estos meses de campaña, Margarita González Saravia ha absorbido toda esa furia del pueblo de Morelos que emana de las calles de los 33 municipios de ese estado. Ni siquiera con todo el estratosférico gasto en publicidad que está haciendo alcanzó para calmar el enojo y la decepción de los morelenses.